Los hombres adultos lucen una protuberancia en el cuello,
bajo la garganta. Se llama nuez pero también recibe el nombre de ‘bocado de
Adán’ porque según la creencia cristiana los varones tienen atravesado en la
garganta un trozo del fruto prohibido que mordió el primero de ellos.
Este curioso bulto masculino no es más que cartílago, un
tipo de tejido elástico, más duro que los músculos pero más blando que los
huesos. Está situado exactamente sobre la laringe y encima de la glándula
tiroides. Sirve para proteger la laringe y las cuerdas vocales.
Lo tienen hombres y mujeres y tiene forma de tejado de dos
aguas. En los hombres el ángulo del tejado es más agudo que en las mujeres y
sobresale. Esa parte que sobresale es la que se conoce como nuez.
La nuez aparece en los chicos durante la pubertad. En esa
etapa de la vida se producen los cambios anatómicos y fisiológicos necesarios
para la reproducción. Los cambios en los chicos incluyen un desarrollo de los
músculos y el esqueleto, lo que vulgarmente llamamos ‘estirón’.
Cuando esto sucede crece todo su cuerpo, incluida laringe. Y
por eso, precisamente, comienza a sobresalir la nuez y está dura, porque el
cartílago esponjoso se vuelve más recio.
También se produce el cambio de voz. Tanto en niños como
niñas la voz se vuelve más grave. Pero en los chicos mucho más porque su
laringe (que es la parte del sistema respiratorio donde reverbera la voz) crece
más.
Hasta que la laringe termina de crecer y estabiliza su
tamaño, es difícil controlar la voz y por eso los chicos adolescentes ‘sueltan
gallos’ cuando hablan.
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